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Preparados para la independencia

Nissrin y V.C.T

El objetivo de Aldeas Infantiles SOS, desde que los niños, niñas y adolescentes llegan a la Aldea, es que comiencen a formarse para alcanzar una vida autónoma en el futuro. Por eso, el programa de Transito a la Vida Adulta está compuesto por un conjunto de acciones dirigidas a facilitarles el paso a la mayoría de edad. Porque todo joven necesita recibir apoyo para tomar conciencia de su proyecto de vida y en este proceso es clave el acompañamiento, que debe de seguir existiendo incluso más allá de la mayoría de edad.

"Mi experiencia en Aldeas Infantiles SOS ha sido algo transformador"

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Llegué a la Aldea con nueve años, y aunque durante mi estancia aquí he vivido muchos cambios (de casa, de educadores, de compañeros…), he conseguido convertirme en la persona que soy hoy en día, una joven disciplinada, ordenada, responsable, empática…  Todas estas cualidades las he logrado conseguir mediante el apoyo incondicional de mis educadores y de mis compañeros.

 

Tras cumplir los dieciocho años pasé al Programa de Jóvenes. El cambio de la Aldea al Programa es un paso natural en el camino hacia el crecimiento y la autonomía, pues marca el comienzo de una nueva etapa en la vida brindándonos la oportunidad de adquirir nuevas habilidades y conocimientos, partiendo de la base sólida que construimos en Aldeas Infantiles SOS.

 

En cuanto a los objetivos principales del Programa podemos destacar los siguientes: fomentar la autonomía y el empoderamiento personal. Esto se logra mediante actividades como: talleres y cursos como el de cocina, orientación personalizada, educación financiera, búsqueda de empleo y otros, alcanzando así las habilidades prácticas para ser capaces de vivir de manera independiente. Además, el Programa también nos ofrece apoyo emocional y psicológico, dándole mucha importancia a la salud mental. 

 

Otra parte esencial que nos ofrece es el apoyo educativo, pues el objetivo es asegurar que todos los jóvenes tengan lo que necesitan para lograr sus metas y sus objetivos. 

Por último, intenta fomentar nuestra participación en la toma de decisiones, invitándonos a que participemos en diferentes grupos, así como en el Consejo de Jóvenes, donde se tratan temas que consideramos de nuestro interés. Y también existen muchos más grupos donde poder expresar nuestras inquietudes, preocupaciones, dudas…

 

En conclusión, el Programa de Jóvenes busca ayudar a los chicos y chicas que no tengan recursos suficientes para conseguir sus metas, a través de todo lo mencionado anteriormente, y con mucho apoyo individualizado entre el joven y su educador.

Nissrin El Ouchi Ouasfi (18 años)

“Gracias a la ayuda que recibo no hay nada que eche en falta”

Considero que el momento de tránsito a la vida adulta está siendo una etapa difícil para mí porque no voy a tener a un adulto presente las 24 horas del día cuidándome. También por la separación de mis hermanas, aunque podré visitarlas siempre que quiera. La distancia física es dura, pero también te hace crecer y madurar, y me he dado cuenta de que yo también dependo mucho de ellas, aunque sean más pequeñas.


Esta es una etapa muy bonita por la independencia que supone. Y porque, además, podré empezar a tomar decisiones por mí misma, basadas en cómo me conozco ahora.


Mi mayor miedo es suspender algo en los estudios, aunque voy a luchar por ellos. Comencé muy motivada la FP que estoy haciendo, pero a veces me cuesta mantener el esfuerzo por ese miedo a suspender y por la responsabilidad que supone la profesión que he elegido, ya que al ser de una rama sanitaria la vida de las personas depende de mí.


Me ilusiona la vida independiente, me apetece porque yo siempre he sido muy autónoma, pero me preocupa la parte de la vivienda, con quién compartiré casa, que puedan chocar nuestros intereses y necesidades, y que algo me distraiga de mis estudios.

FOTO CT

Con respecto a la Aldea estoy intentando pedir menos ayuda a mis educadores. Ellos intentan darme consejos, me dan más independencia, y ya he empezado a hacer compras por mí misma, y a organizar mis pertenencias ya que insisten en que debo ser muy organizada.


A los educadores también les alegra que nos hagamos mayores y que comencemos una nueva etapa, pero al mismo tiempo les da lástima que nos vayamos porque nos quieren. Además, les preocupa cómo se van a quedar mis hermanas ante mi partida. Por eso me están ayudando a preparar la separación de ellas proponiendo y facilitando que acumulemos buenas experiencias y bonitos recuerdos en común.


En cuanto a mis estudios os diré que en clase hay muy buen ambiente, es cordial, aunque el nivel de responsabilidad de los alumnos es muy dispar, la tutora es genial porque está muy implicada y se ofrece para ayudarnos en todo lo que necesitemos.


Mis amigas, sobre todo las de la Aldea, me están apoyando, aunque lo vivimos con pena por la distancia me dicen que van a seguir ahí, que puedo llamarlas e ir a verlas cuando esté preocupada o triste.


Con mi mamá va todo muy bien, aunque aún no le he hablado del paso al Programa de Jóvenes.


Gracias a la ayuda que recibo para mi tránsito a la vida adulta no hay nada que eche en falta. El Programa de Jóvenes ya lo conocía por otros chicos y chicas que ya han pasado y, poco a poco me hablaban de eso. Ahora que yo estoy en este proceso siento que el tiempo pasa muy deprisa y lo veo simplemente como una etapa más de la vida. Además, recibiré un respaldo económico y el apoyo necesario para poder continuar con mi formación y poder cumplir así mis sueños de cara al futuro.


V.C.T (17 años)
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