Contribuir a la plena inclusión de personas con discapacidad es la misión de Aldeas Inclusiva quien, con el apoyo de Aldeas Infantiles SOS, lleva desde 1990 trabajando a través de distintos proyectos innovadores que aportan valor a la sociedad y que fomentan la empleabilidad de personas con discapacidad intelectual en la provincia de Granada.
Desde Aldeas Inclusiva, se hace especial hincapié en la responsabilidad social hacia las personas con discapacidad, que requieren de una serie de recursos y apoyos específicos para poder desarrollarse plenamente tanto en la esfera personal y familiar como en el ámbito laboral. Para ello se desarrollan diversos programas y actividades cuyo objetivo se centra en prestarles tantos apoyos como sean necesarios para que puedan alcanzar sus metas con el paso del tiempo.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, “el 65,4% de las personas con discapacidad en edad laboral no tiene empleo”, un porcentaje que ha permanecido prácticamente estancado en los últimos años. Por este motivo, a través de su Centro Especial de Empleo, Aldeas Inclusiva espera disminuir el dato ofreciendo oportunidades laborales a personas con discapacidad a través de sus diferentes líneas de negocio: la fabricación de embalajes sostenibles utilizando el cartón como material responsable (ecoembalajes); los servicios personalizados de manipulado y retractilado para empresas; y el cultivo y la venta minorista y mayorista de agricultura ecológica (ecoagricultura).
Además, desarrolla proyectos educativos que forman parte del curriculum escolar y están basados en la innovación y la Pedagogía de los Cuidados, a través de los cuáles imparten actividades monitoreadas por un equipo inclusivo y dirigidas al alumnado de Educación Infantil y Primaria de los colegios de Granada.
Dos jóvenes que trabajan en estos programas nos cuentan su experiencia en los mismos.
Conocí el proyecto Aldeas Inclusiva a raíz de la experiencia de mi familia en Aldeas Infantiles SOS. Desde que tengo uso de razón llevaba trabajando en diferentes empresas porque tengo muchos hermanos y era parte de mi responsabilidad para con ellos al ser la mayor.
En Aldeas conocían mi situación laboral: trabajaba muchas horas, no cobraba lo que debía y tampoco estaba feliz en esos trabajos. Fue entonces cuando me informaron sobre la labor que se llevaba a cabo en Aldeas Inclusiva. Me presenté a un puesto de empleo y tras hacer la entrevista, lo conseguí. Ahora llevo más de 10 años aquí.
Durante todo este tiempo he pasado por todas las líneas de negocio. Comencé en la parte de Ecoembalajes, fabricando cajas de cartón junto con el resto del equipo, y luego pasé a la nave de manipulados donde me reubicaron en un puesto más organizativo que de producción.
Aprendí muchas cosas en ambos lugares así que, durante un período en el que había mucho que hacer en la finca de Ecoagricultura, me propusieron ir allí. Mi abuelo había trabajado en el campo durante años así que había mucho que yo podía aportar al equipo y Chari, la jefa de producción, me enseñó muchísimas cosas, no sólo de siembra, recolección, etc. sino también de gestión. Aprendí a trabajar con albaranes, gestionar los pedidos que se realizaban, hablar con clientes, etc.
Y, finalmente, me propusieron incorporame en la línea de Educa donde desarrollo mi trabajo como monitora para el alumnado de los colegios que nos visitan. Estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí.
Me gustaría continuar formándome en el área de educación para dirigirme, cada vez más, hacia el alumnado con discapacidad o en riesgo de exclusión. Me siento bastante identificada con ellos. Aunque sean casos diferentes, yo también he vivido muchas dificultades y se lo que es enfrentarse a ellas. Creo que puedo ayudarles a sentirse más cómodos, sentirse más seguros de sí mismos teniendo en cuenta sus límites y sus problemas. Creo que puedo ayudarles en esa situación de vulnerabilidad.
Durante todo este tiempo he aprendido que es posible divertirse en el trabajo. Me gusta trabajar aquí y me siento a gusto con la gente. En otros me he sentido agobiada y estresada, aquí no. Son más comprensivos, más humanitarios, pero no por ello menos exigentes. Si me preocupa cualquier cosa sé que puedo hablarla y que me van a apoyar o ayudar cuando lo necesite. Esto es muy difícil de encontrar en un trabajo y estoy muy contenta de poder formar parte de Aldeas Inclusiva.
Entré en Aldeas Infantiles SOS con 13 años y estuve allí hasta los 18. Cuando terminé la mili, comencé a trabajar en una nave que también se dedicaba a la fabricación de cajas de cartón. Años después, y manteniendo el contacto con Aldeas, me llamaron para trabajar como maquinista en la fábrica de Ecoembalajes y aquí llevo desde entonces.
En alguna ocasión he echado una mano en el servicio de manipulado pero debido al crecimiento de la línea de Ecoembalajes, se decidió que mi puesto está aquí como segundo de a bordo, con el jefe de producción donde le ayudo con los pedidos, llevo una de las máquinas y le apoyo en la coordinación del equipo y sus tareas.
La parte que más me gusta de trabajar en Aldeas Inclusiva es que lo hacemos en un ambiente tranquilo donde todo está, en la medida de lo posible, bastante organizado, lo que supone que no tengas un nivel de estrés elevado. El ambiente que hay me gusta y son todas unas personas maravillosas que me han aportado mucho a lo largo de estos años.
Siempre agradeceré a Aldeas Infantiles SOS y a Aldeas Inclusiva que hayan contado conmigo. Creo que hacen una labor social muy buena, además de los puestos de trabajo que generan. Considero que me han ayudado mucho en temas personales y laborales a través de su servicio de ajuste y esto es algo que es difícil de encontrar. Las condiciones laborales también son excepcionales y cumplen con todo aquello que nos proponen. Si necesitas un día para arreglar papeles, cuidar de un familiar o cualquier cosa, te lo ponen fácil.
Trabajar aquí me supone, en muchas ocasiones, todo un reto personal. Como cuando nos llega un cliente solicitando algún pedido especial, que requiere de una fabricación y montaje diferente, y en donde le tenemos que ofrecer soluciones a sus problemas. De hecho, a nivel interno también nos proponemos retos para trabajar en cosas que no hemos hecho nunca y que nos hagan ser más eficientes en nuestro trabajo y en futuras producciones.
De aquí a futuro, todo el equipo tenemos la intención de continuar mejorando, tanto a nivel de fabricación como de producción, porque existen muchos retos en el sector del cartón que podemos llegar a cumplir, incluso seguir mejorando en aspectos de sostenibilidad. Y si algo tengo claro es que me gustaría poder continuar desarrollándome aquí porque Aldeas Inclusiva es un lugar especial para mí y estoy encantado de poder formar parte de él.