Mi nombre es Younusse Dipo, soy de Senegal, tengo 30 años y en España la vida me dio una segunda oportunidad.
En ocasiones reflexiono y pienso que muchas veces no nos damos cuenta de que, por muy cómodos que vivamos, algún día la vida te puede cambiar y llevarte a tener que emigrar a otro país. Contar con ayuda en esos momentos tan difíciles se vuelve fundamental. En cualquier del mundo tiene que haber bondad y empatía. Yo, en mi caso, la recibí de Aldeas Infantiles SOS.
Actualmente participo en el Programa de Jóvenes de Aldeas, donde realizamos diferentes actividades que favorecen la incorporación al mercado laboral y la integración social.
Ahora veo muy lejano el día que llegué a Los Cristianos (Tenerife) en patera en el año 2006 con apenas 12 años en busca de una vida digna. Navegué en altamar durante 11 días junto con 110 personas, entre ellas dos primos míos.
Al llegar a la costa de Tenerife fui atendido por la Cruz Roja y me llevaron al Centro de Internamiento para Extranjeros (CIES), donde esperé unos días hasta que me trasladaron al Centro de Tegueste.
Tuve la suerte de que Sesé Rivero, responsable de la base del Club Deportivo Tenerife, me viera jugar. Le gusté y empecé a entrenar con el alevín hasta que, unos meses después, conseguí la ficha. Me sentí un joven feliz, como si aún siguiera siendo un niño, ya que el deporte es mi felicidad. También al pensar en mis padres que habían sido, y siguen siendo, tan importantes en este largo y duro camino.
Un nuevo cambio de centro me hizo pensar que mi sueño se había truncado, pero me dio la oportunidad de jugar un torneo frente al CD Tenerife a raíz del cual me propusieron volver al equipo.
Fue así como regresé y entré en Aldeas Infantiles SOS. Allí conviví en un hogar con la responsable, María José, y cuatro “hermanos” más. Estudiaba por las mañanas y por las tardes entrenaba.
Con el tiempo fui ascendiendo en las categorías del Club Deportivo hasta que me dieron la oportunidad de entrenar con el primer equipo y me convocaron a varios partidos, pudiendo así cumplir mi sueño y firmar mi primer contrato profesional.
Estoy muy agradecido tanto al CD Tenerife como a Aldeas por apoyarme en cada paso que di y ayudarme a cumplir mi sueño de ser futbolista.
En la actualidad continúo jugando al fútbol en un equipo de tercera división y también soy entrenador de nivel 1. Además, participo como entrenador referente en el Proyecto Campus Sansofé que significa “Bienvenidos/as”, y tiene como objetivo la integración de jóvenes migrantes no acompañados a través de la práctica del fútbol.
Por otro lado, me gustaría seguir ayudando a mi pueblo a través de la iniciativa “El sueño africano” que he puesto en marcha con la colaboración de una amiga y con la que queremos contribuir a que muchas personas puedan cumplir sus sueños sin tener que salir de su país de origen. Este es el anhelo de muchas personas que se ven avocadas a dejar su país, sus raíces y a sus seres queridos arriesgando su vida en busca de un futuro incierto.